Quran Text Translations Spread Documents

Raúl González Bórnez


Change Log

Two new Spanesh translations es.bornez and es.garcia are added.
Wed, 16 Jul 2014 02:04:37 +0800
-0,0 +1,6236
En el nombre de Al.lah, el Clementísimo, el Misericordiosísimo.
La alabanza es para Dios, Señor de los mundos,
el Clementísimo con toda la Creación, el Misericordiosísimo con los creyentes,
Soberano del Día de la Recompensa.
Solamente a Ti adoramos y solamente a Ti pedimos ayuda.
Guíanos al camino recto,
el camino de aquellos a los que Tú has agraciado; no el de aquellos con los que Tú estás disgustado, ni el de los extraviados.
Alif, lam, mim
Esta es la Escritura (Sagrada), no hay duda. En ella hay una guía para los temerosos de Dios.
Aquellos que creen en lo que está oculto a los sentidos, hacen la oración y, de lo que Nosotros les proveemos, reparten.
Aquellos que creen en la revelación que se hizo descender para ti y en la revelación que se hizo descender antes de ti y que tienen certeza de la otra vida.
Esos son los que siguen la guía procedente de su Señor y esos son los triunfadores.
Ciertamente, a aquellos que no creen en Dios, da igual que les amonestes o que no, no creerán.
Dios cerró y selló sus corazones y sus oídos, y sobre sus ojos hay un velo y les aguarda un castigo inmenso.
Y entre la gente hay algunos que dicen: «¡Creemos en Dios y en el Último Día!», pero no son creyentes.
Pretenden engañar a Dios y a aquellos que creen, pero sólo se engañan a sí mismos, aunque no se dan cuenta.
En sus corazones hay una enfermedad y Dios agravará su enfermedad. Les aguarda un castigo doloroso por haber sido mentirosos.
Y cuando se les dice: «¡No corrompáis en la Tierra!» dicen: «¡En verdad, nosotros somos reformadores de lo que está mal!»
¿Acaso no son ellos los corruptores? Pero no se dan cuenta.
Y cuando se les dice: «Creed como cree el resto de la gente!», dicen: «¿Vamos a creer como creen los estúpidos?» ¿Acaso no son ellos los estúpidos? Pero no lo saben.
Y cuando se encuentran con aquellos que creen, dicen: «¡Creemos!» Pero cuando se quedan a solas con sus demonios, dicen: «¡En verdad, estamos con vosotros! ¡Solamente nos burlábamos de ellos!»
Dios sí que se burlará de ellos y les dejará que vaguen ciegos en su rebeldía.
Ésos son los que han trocado la Dirección por el extravío. Por eso, su negocio no ha resultado lucrativo y no han sido bien dirigidos.
Semejan a quien enciende un fuego. Pero cuando éste alumbra lo que hay en torno a él, Dios les arrebata su luz y les deja en tinieblas, sin que puedan ver.
Son sordos, mudos, ciegos y no rectificarán su error.
También semejan a quienes, en medio de una tormenta, con un cielo lleno de nubes oscuras, de truenos y relámpagos, se tapan los oídos con sus dedos por el estruendo del rayo al caer, temiendo la muerte. Dios acorrala a los que no creen.
El rayo casi les ciega. Cuando les ilumina, caminan, pero cuando se apaga, se detienen. Si Dios quisiera les arrebataría el oído y la vista. Verdaderamente, Dios tiene poder sobre todas las cosas.
¡Oh humanos! ¡Adorad a vuestro Señor, el Cual os ha creado, tanto a vosotros como a los que os precedieron! ¡Quizás así tengáis temor de disgustarle!
Él es Quien ha dispuesto para vosotros la Tierra como un lecho y el cielo como una bóveda. Quien hace descender agua del cielo, por medio de la cual surgen los frutos con los que os suministra vuestra provisión. Así pues, no atribuyáis semejantes a Dios, a sabiendas de lo que hacéis.
Y si dudáis de lo que hicimos descender del cielo para Nuestro siervo, aportad vosotros un capítulo semejante e invocad a vuestros testigos aparte de Dios, si es que sois sinceros.
Y si no lo hacéis, que no lo haréis, temed el fuego del infierno cuyo combustible son las gentes y las piedras y que está preparado para los que ocultan la verdad.
Y anuncia a aquellos que creen y actúan rectamente que les aguardan jardines celestiales por los cuales fluyen arroyos. Cuando se les ofrezcan los frutos que de ellos proceden, dirán: «Esto es lo mismo que se nos proporcionó anteriormente», pero lo que se les dé será semejante. Allí les esperan parejas purificadas y allí estarán eternamente.
Verdaderamente, Dios no se avergüenza [para expresar Su mensaje] de poner como ejemplo a un mosquito o algo mayor. Aquellos que creen, saben que, ciertamente, es la Verdad que procede de su Señor. En cuanto a los que no creen, dicen: «¿Qué es lo que pretende Dios con ese ejemplo?» Extravía con él a muchos y guía con él a muchos. Pero no se extravían con él sino los transgresores.
Aquellos que violan el pacto establecido con Dios después de haberlo aceptado, y cortan lo que Dios ha ordenado que continúe unido corrompiendo la Tierra. Esos son los perdedores.
¿Cómo podéis no creéis en Dios, cuando estabais muertos y Él os dio la vida; luego os hará morir y después os hará vivir (nuevamente), tras lo cual retornaréis a Él.
Él es quien creó para vosotros todo lo que hay en la Tierra, luego Se ocupó del cielo y lo ordenó en siete cielos. Él posee conocimiento de todas las cosas.
Y [recuerda] cuando tu Señor dijo a los ángeles: «En verdad, pondré en la Tierra un sucesor.» Dijeron: «¿Vas a poner en ella a quien corromperá y derramará la sangre, mientras que nosotros Te glorificamos con alabanzas y proclamamos Tu santidad?» Dijo Dios: «En verdad, Yo sé lo que vosotros no sabéis.»
Y enseñó a Adán los nombres de todos los seres. Luego los expuso ante los ángeles y Les dijo: «Informadme de los nombres de éstos, si es que sois veraces.»
Ellos dijeron: «¡Glorificado seas! No conocemos más que aquello que Tú nos has enseñado. En verdad, Tú eres el Conocedor, el Sabio.»
Dijo Él entonces: «¡Oh Adán! ¡Infórmales de sus nombres!» Y cuando Adán les hubo informado de sus nombres, dijo Él: «¿No os dije que, ciertamente, conozco lo oculto de los cielos y la Tierra, y que sé lo que manifestáis y lo que ocultáis?»
Y [recuerda] cuando Nosotros dijimos a los ángeles: «¡Prosternaos ante Adán!» y todos ellos se prosternaron excepto Iblís, que se negó y se llenó de arrogancia, y fue de los que no creen.
Dijimos. «¡Oh Adán! Habitad tú y tu pareja en el Jardín y comed ambos de él cuanto y donde queráis, pero no os acerquéis a este árbol, pues entonces seríais de los transgresores.»
Pero Satanás les engañó a ambos y les sacó de aquello en lo que estaban. Y Dijimos: «¡Descended! Seréis enemigos unos de otros. La Tierra será para vosotros una morada y lugar de disfrute por un tiempo.
Entonces, recibió Adán de su Señor palabras y Dios le perdonó. En verdad, Él es el Perdonador, el Misericordiosísimo con los creyentes.
Dijimos: «¡Descended de él, todos! Y, si de Mí parte viene a vosotros una guía, quienes sigan Mi guía no habrán de temer ni estarán tristes.
Pero los que no crean y desmientan Nuestras señales, esos serán la gente del Fuego, en el que estarán eternamente.»
¡Oh, Hijos de Israel! Recordad Mi merced, con la cual os agracié y sed leales al pacto que tenéis conmigo que Yo seré leal al que tengo con vosotros y temedme sólo a Mí.
Y creed en la revelación que hice descender, confirmando la que ya teníais. No seáis los primeros en no creer en ella. No vendáis Mis indicaciones por poco precio y temedme sólo a Mí.
Y no mezcléis la verdad con la falsedad, ni escondáis la verdad a sabiendas.
Haced la oración, dad la limosna obligatoria y inclinaos con los que se inclinan.
¿Acaso ordenáis a la gente que sea virtuosa y vosotros mismos lo olvidáis, a pesar de que recitáis la Escritura [Sagrada]? ¿Es que no razonáis?
Buscad ayuda en la paciencia y en la oración. En verdad, la oración es una carga pesada, excepto para los que son humildes.
Aquellos que creen que se encontrarán con su Señor y que retornarán a Él.
¡Oh, Hijos de Israel! Recordad la merced con los que Yo os agracié y cómo os di preferencia sobre todos los pueblos.
Y temed un día en el que un alma no pueda hacer nada por otra y en el que no le será aceptada la intercesión ni el rescate y no tendrá quien la auxilie.
Y [recordad] cuando os salvamos de la gente del Faraón, que os sometían a terribles castigos, degollando a vuestros hijos varones y dejando con vida a vuestras mujeres. Con ello vuestro Señor os sometió a una prueba enorme.
Y [recordad] cuando dividimos el mar para vosotros y os salvamos, y ahogamos a la gente del Faraón ante vuestros ojos.
Y [recordad] cuando nos citamos con Moisés durante cuarenta noches y, en su ausencia, vosotros adorasteis al becerro, obrando injustamente.
Aunque, tras aquello, os perdonamos; para que, quizás de esa manera, fueseis agradecidos.
Y [recordad] cuando dimos a Moisés la Escritura [Sagrada] y el Criterio. Quizás así fueseis bien guiados.
Y [recordad] cuando Moisés dijo a su pueblo: «¡Oh pueblo mío! En verdad, os habéis oprimido a vosotros mismos eligiendo el becerro. Volveos, pues, arrepentidos a vuestro Creador y mataos a vosotros mismos. Eso es mejor para vosotros ante vuestro Creador y quizás así os perdone. En verdad, Él es el Perdonador, el Misericordiosísimo con los creyentes.»
Y [recordad] cuando le dijisteis: «¡Oh Moisés! No te creeremos hasta que no veamos a Dios manifiestamente.» Y el rayo os alcanzó ante vuestros propios ojos.
Luego, os devolvimos a la vida después de estar muertos. Quizás así seáis agradecidos.
Y os dimos la sombra de la nube e hicimos descender sobre vosotros el maná y las codornices: «¡Comed de lo bueno de lo que os hemos provisto!» No fueron injustos con Nosotros, fueron injustos con ellos mismos.
Y recordad cuando Nosotros dijimos: «Entrad en esta ciudad y comed de ella cuanto queráis. Entrad por la puerta y, ante ella, prosternaos y decid: «Hitta». Perdonaremos vuestros errores e incrementaremos la recompensa de los que hagan el bien.»
Pero, aquellos que eran injustos cambiaron la palabra por otra distinta. cambiaron la palabra por otra distinta. Entonces, hicimos descender un castigo del cielo sobre los injustos, por haber sido transgresores.
Y [recordad] cuando Moisés pidió agua para su pueblo y le dijimos: «¡Golpea con tu bastón la roca!» Y brotaron de ella doce fuentes. Cada tribu supo con certeza de cuál beber. «¡Comed y bebed de la provisión de Dios y no causéis daño en la Tierra, corrompiendo!»
Y cuando dijisteis: «¡Oh Moisés! No soportamos comer siempre lo mismo. Ruega por nosotros a tu Señor que haga salir para nosotros de lo que da la tierra, algo de legumbres, verduras, pepinos, ajos, lentejas y cebollas.» [Moisés] Dijo: «¿Cambiaréis lo que es mejor por lo que es peor? ¡Bajad a una ciudad! ¡Allí encontraréis lo que queréis!» Fueron golpeados por la humillación y la miseria e incurrieron en la ira de Dios por desmentir las indicaciones de Dios y matar a los profetas sin derecho. Eso les ocurrió porque desobedecieron y fueron transgresores.
En verdad, los creyentes y los judíos, los cristianos y los sabeos, quienes crean en Dios y en el Último Día y actúen rectamente, tendrán su recompensa junto a su Señor. No tendrán que temer y no estarán tristes.
Y (recordad) cuando aceptamos de vosotros el pacto y elevamos sobre vosotros el monte Sinaí [y dijimos:] «¡Coged con fuerza lo que os hemos entregado y recordad lo que contiene! Quizás así temáis disgustar a Dios.»
Después de aquello, disteis la espalda y, si no hubiera sido por el favor de Dios sobre vosotros y por Su misericordia, habríais sido de los perdedores.
Sabíais con certeza quiénes de vosotros violaron el sábado. Les dijimos: «¡Sed monos despreciables!»
E hicimos esto como un ejemplo para las generaciones presentes y futuras y como un aviso para los temerosos de Dios.
Y [recuerda] cuando Moisés dijo a su pueblo: «Dios os ordena que sacrifiquéis una vaca.» Dijeron: «¿Te burlas de nosotros?» Dijo: «¡Dios me proteja de ser como los ignorantes!»
Dijeron: «Ruega a tu Señor de parte nuestra, que nos aclare cómo ha ser ella.» Dijo: «Él dice que ha de ser una vaca ni vieja ni joven, algo intermedio entre ambas cosas. ¡Haced lo que se os ordena!»
Dijeron: «Ruega a tu Señor de parte nuestra, que nos aclare cuál ha de ser su color.» Dijo: «Él dice que ha de ser una vaca de color amarillo intenso, que agrade a los que la miren.»
Dijeron: «Ruega a tu Señor de parte nuestra, que nos explique cuál ha de ser, pues todas las vacas nos parecen semejantes. En verdad, si Dios quiere, seremos bien guiados.»
Dijo: «Él dice que ha de ser una vaca que no haya sido uncida para arar la tierra, ni para el riego de los campos; sana, sin defecto o marca.» Dijeron: «Ahora has traído la Verdad.» Y la sacrificaron, pero estuvieron a punto de no hacerlo.
Y recordad cuando matasteis a una persona y os acusabais unos a otros. Dios es quien sacó a la luz lo que ocultabais.
Dijimos: «Golpeadle con algo de ella.» Así es como Dios resucita a los muertos y os muestra Sus señales. Quizás así razonéis.
Tras ello, vuestros corazones se endurecieron como piedras o más aún, pues, en verdad, de algunas piedras brotan ríos y otras se agrietan y sale de ellas agua y algunas de ellas se desmoronan por temor de Dios. Dios no está desatento a lo que hacéis.
¿Acaso anheláis que ellos os crean, cuando entre ellos hay un grupo que escucha la palabra de Dios y la altera después de haberla razonado y a sabiendas de lo que hace?
Y, cuando se encuentran con aquellos que creen, dicen: «¡Creemos!”, pero cuando se quedan solos, se dicen unos a otros: ¿Es que vais a contarles lo que Dios os ha revelado, para que tengan argumentos contra vosotros ante vuestro Señor? ¿Es que no razonáis?»
¿Acaso no saben que Dios conoce lo que ocultan y lo que manifiestan?
Entre ellos hay ignorantes que no conocen la Escritura [Sagrada]. No hacen más que suponer.
¡Ay! de aquellos que escriben con sus manos la Escritura [Sagrada] y luego dicen: «¡Esto procede de Dios!», vendiéndolo por poco precio. ¡Ay de ellos por lo que escribieron con sus manos! y ¡Ay de ellos por lo que han obtenido!
Dicen: «¡No nos quemará el Fuego del infierno más que unos pocos días!» Di: «¿Acaso obtuvisteis una promesa de Dios? Porque Dios no incumple Su promesa. ¿O acaso decís de Dios lo que no conocéis?»
¡Sí! Aquellos que acumulan malas obras y están rodeados por sus pecados, esos son la gente del Fuego. En él estarán eternamente.
Pero aquellos que creen y obran rectamente, esos son la gente del Jardín. En él estarán eternamente.
Y [recuerda] cuando hicimos un pacto con los Hijos de Israel: «Solamente adoraréis a Dios. Sed buenos con vuestros padres, con vuestros familiares, con los huérfanos y los necesitados. Hablad bien a las personas. Estableced la oración y cumplid con la limosna obligatoria.» Después, excepto unos pocos, os apartasteis e incumplisteis.
Y [recordad] cuando concertamos un pacto con vosotros: «¡No derramaréis vuestra sangre y no os expulsaréis unos a otros de vuestras casas.» Lo aceptasteis y sois testigos de ello.
Pero, sois vosotros mismos los que os matáis unos a otros y expulsáis a algunos de los vuestros de sus casas, ayudándoos entre vosotros a cometer este pecado y esta violación contra ellos. En cambio, cuando llegan a vosotros prisioneros de otros, los rescatáis, cuando vosotros mismos los habíais expulsado aunque os estaba prohibido hacerlo. ¿Acaso creéis en parte de la Escritura [Sagrada] y descreéis de otra parte? Quien así actúe de entre vosotros no obtendrá más recompensa que la desgracia en esta vida, y el Día del Levantamiento seréis sometidos al peor de los castigos. Dios no está desatento de lo que hacéis.
Esos son los que han comprado la vida de este mundo al precio de la Otra. No se les aliviará el castigo y no serán auxiliados.
Verdaderamente, entregamos a Moisés la Escritura [Sagrada] y después de él seguimos enviando profetas. Y dimos a Jesús hijo de María las pruebas claras y le fortalecimos con el Espíritu Santo. ¿Es que, cada vez que os lleguen Mensajeros que vuestro ego no desea, os mostraréis arrogantes? Habéis desmentido a algunos y a otros los habéis matado.
Dijeron: «Nuestros corazones están cerrados.» ¡No! Lo que sucede es que Dios les ha maldecido por su incredulidad. ¡Qué pocos de ellos creen!
Y cuando les llegó una Escritura procedente de Dios, confirmando lo que tenían, aunque anteriormente pedían la victoria sobre los incrédulos, cuando les llegó lo que conocían, descreyeron de ello. ¡La maldición de Dios sobre los que descreen!
¡Qué malo es aquello a cambio de lo que han vendido sus almas, no creyendo en lo que Dios ha revelado por envidia de que Dios haga descender Su favor sobre quien Él quiere de Sus siervos! Por ello han incurrido en ira sobre ira. ¡Los que ocultan a Verdad tendrán un castigo humillante!
Cuando se les dice: «¡Creed en la revelación que Dios hizo descender!», dicen: «¡Creemos en lo que fue hecho descender para nosotros!» Pero no creen en lo que ha venido después, aunque es la Verdad que confirma lo que ya tenían. Di: «Entonces, ¿Por qué habéis matado a los Mensajeros anteriores de Dios, si sois creyentes?»
«Ciertamente, vino a vosotros Moisés con las pruebas claras y, a pesar de ello, tomasteis al becerro en su ausencia. Fuisteis injustos.»
Y [recordad] cuando concertamos un pacto con vosotros y elevamos sobre vosotros el monte Sinaí. [Dijimos]: «¡Aferraos con fuerza a lo que os hemos otorgado y escuchad!» Dijeron: «¡Escuchamos y desobedecemos!» Se empaparon sus corazones [de amor] por el ternero, debido a su falta de fe. [Diles]: «¡Que malo es lo que os ordena con ello vuestra fe, si sois creyentes!»
Di: «Si la morada de la otra vida junto a Dios es para vosotros en exclusiva y para nadie más, ¡Desead la muerte si sois veraces!»
Pero no la desearán jamás debido a lo que cometieron con sus manos. ¡Dios conoce bien a los opresores!
Descubrirás que son los más ávidos de vivir, más incluso que los idólatras. Alguno de ellos desearía vivir mil años, pero no se libraría del castigo por mucho que viviese. Dios observa lo que hacen.
Di: «Quien sea enemigo de Gabriel [Dios lo será de él]» En verdad, él fue quien trajo [el Corán] a tu corazón, con el permiso de Dios, confirmando lo que él mismo tiene en sus manos y como una guía y buena nueva para los creyentes.»
Quien sea enemigo de Dios, de Sus ángeles, de Sus Mensajeros, de Gabriel y del [ángel] Miguel... [sepa que] en verdad, Dios es enemigo de los que no creen.
Ciertamente, hicimos descender sobre ti signos evidentes y no descreen de ellos excepto los transgresores.
¿Acaso, cada vez que establecen un pacto, un grupo de ellos ha de rechazarlo? Pero la mayoría de ellos no creen.
Y cuando llegó a ellos un Mensajero de parte de Dios confirmando lo que tenían, un grupo de aquellos a los que les había sido dada la Escritura [Sagrada] rechazaron la Escritura de Dios, dándole la espalda, como si no supieran [que es la Verdad].
Ellos siguieron los que decían los demonios bajo el reinado de Salomón. Salomón no fue idólatra, fueron los demonios los que ocultaron la Verdad y enseñaron a la gente la magia y lo que se hizo descender a los dos ángeles, Harut y Marut, en Babel. Estos dos no enseñaron a nadie sin decirle previamente: «Ciertamente, somos una prueba. No perdáis la fe.» Y los demonios aprendieron de ellos dos lo que permite separar al hombre de su esposa, aunque con ello no puedan perjudicar a nadie, excepto con permiso de Dios. Aprendieron lo que les perjudicaba y no les beneficiaba. Sabían que quien comerciase con esto no tendría parte en los beneficios de la otra vida. ¡Qué malo es aquello a cambio de lo que han vendido sus almas! Si lo hubieran sabido...
Y si ellos hubieran creído y temido desagradar a Dios... La recompensa que hay junto a Dios es mejor. Si lo hubieran sabido...
¡Oh, los que creéis! ¡No digáis «raina», sino decid mejor «unzurna» y escuchad! Para los que no creen hay un castigo doloroso.
Aquellos de entre las gentes de la Escritura [Sagrada] que no creen y los idólatras, no desean que descienda sobre vosotros ningún bien procedente de vuestro Señor, pero Dios concede Su misericordia a quien Él quiere. Dios es el Dueño del Favor Inmenso.
No abrogamos ningún versículo o hacemos que se olvide, sin aportar algo mejor o igual a ello. ¿Es que no sabes que Dios tiene poder sobre todas las cosas?
¿Es que no sabes que a Dios pertenecen el reino de los cielos y la Tierra y que, excepto Dios, no tenéis protector o auxiliador?
¿O queréis cuestionar a vuestro Mensajero como fue cuestionado Moisés anteriormente? Quien cambia la fe por la incredulidad, en verdad, se ha extraviado del camino recto.
Tras haberles sido mostrada claramente la Verdad, muchos de entre las gentes de la Escritura [Sagrada] desearían, por pura envidia, que volvierais a la incredulidad después de haber creído. Perdonad, no obstante y no les prestéis atención, hasta que Dios traiga Su decreto. En verdad, Dios tiene poder sobre todas las cosas.
Realizad la oración y dad la limosna obligatoria. Las buenas obras que enviéis por delante en beneficio de vuestras almas, las encontrareis de nuevo junto a Dios. En verdad, Dios observa cuanto hacéis.
Y dijeron: «Sólo entrará en el Jardín quien sea judío o cristiano.» Eso es lo que ellos quisieran. Di: «Aportad vuestras pruebas, si es que sois sinceros.»
¡Sí! ¡Quien se someta a Dios plenamente y haga el bien, tendrá su recompensa junto a su Señor! [Quienes sean así] No tendrán que temer y no estarán tristes.
Los judíos dicen: «Los cristianos no están en la Verdad.» Y los cristianos dicen: «Los judíos no están en la Verdad» y eso, a pesar de que todos ellos leen la misma Escritura [Sagrada]. Hablan igual que quienes nada saben. El Día del Levantamiento Dios juzgará entre ellos sobre aquello en lo que no se ponen de acuerdo.
¿Quién es más opresor que quien prohíbe que en las mezquitas de Dios sea recordado Su nombre y se esfuerza en destruirlas. Tales gentes no deben entrar en ellas excepto atemorizados. ¡Sufrirán humillación en esta vida y en la otra un castigo inmenso!
A Dios pertenecen el Oriente y el Occidente. Por tanto, a donde quiera que os giréis, encontraréis el rostro de Dios. ¡En verdad, Dios todo lo abarca, es sabio!
Dijeron: «Dios tiene un hijo.» ¡Gloria a Él! ¡Más bien a Él pertenece lo que hay en los cielos y en la Tierra. Todo Le obedece.
Él es el Creador de los cielos y de la Tierra. Cuando decreta un asunto, le dice: «¡Sé!» y es.
Los que no saben dicen: «¿Por qué Dios no nos habla directamente o nos trae una señal?» Eso mismo dijeron sus antepasados, Sus corazones son semejantes. En verdad, Hemos explicado claramente nuestras señales a una gente que tiene certeza.
Ciertamente, te Hemos enviado con la Verdad, portador de la buena nueva y de la advertencia y no se te pedirán cuentas por la gente del Infierno.
Ni los judíos ni los cristianos estarán satisfechos de ti hasta que no sigas sus creencias. Di: «¡Ciertamente, la guía de Dios es la Guía!». Y si siguieras sus deseos después del conocimiento que te ha llegado, no tendrías protector ni auxiliador de parte de Dios.
Aquellos a quienes Nosotros dimos la Escritura [Sagrada] y la leen como debe ser leída, esos son los que creen en Él. Y quienes descreen de Él, esos son los perdedores.
¡Oh, Hijos de Israel! Recordad Mi merced, con la cual os agracié, y que Yo os di preferencia sobre todas las naciones,
y temed un día en el que nadie pueda favorecer a nadie y en el que no serán aceptados el rescate, ni la intercesión, ni el auxilio.
Y [recuerda] cuando su Señor puso a prueba a Abraham con tareas que él cumplió. Dijo Él: «En verdad, te pondré como Imam para los hombres.» [Abraham] dijo: «¿Y a mi descendencia?» [Dios] dijo: «Mi alianza no incluirá a [quienes sean] opresores.»
Y [recuerda] cuando establecimos la Casa como un lugar de reunión y de seguridad para las gentes. «¡Tomad el sitio de Abraham como un lugar de oración!» Y encargamos a Abraham e Ismael que purificasen Mi casa para los que la circunvalan y los que permanecen en ella en adoración y los que inclinan su cabeza y los que ponen su frente en el suelo.
Y [recuerda] cuando Abraham dijo: «¡Señor mío! Haz esta tierra segura y provee de frutos a quienes de sus habitantes crean en Dios y en el Último Día.» Dios dijo: «Y a quien no crea le permitiré disfrutar un poco y luego le arrastraré hacia el castigo del Fuego.» ¡Qué mal destino!
Y [recuerda] cuando Abraham levantó los pilares de la Casa junto con Ismael [y suplicó]: «¡Señor nuestro, acéptanoslo! ¡En verdad, Tú eres Quien todo lo oye, Quien todo lo sabe!»
«¡Señor nuestro! Haz de nosotros dos gente sometida a Ti y de nuestra descendencia una nación a Ti sometida y muéstranos los ritos de la adoración y perdónanos. En verdad, Tú eres Quien acepta el arrepentimiento, el Misericordiosísimo con los creyentes.»
«¡Señor nuestro! Desígnales, de entre ellos, un Mensajero que les recite Tus versículos y les enseñe la Escritura [Sagrada], la Sabiduría y les purifique. En verdad, Tú eres el Poderoso, el Sabio.»
¿Quién, excepto quien tenga obnubilada su alma, puede abandonar la creencia de Abraham? Ciertamente, le elegimos en este mundo y, en verdad, en el otro es de los justos.
Cuando su Señor le dijo: «¡Sométete!» Dijo: «¡Me someto al Señor de los mundos!»
Y Abraham se lo encomendó a sus hijos y también Jacob: «¡Oh hijos míos! ¡Ciertamente, Dios ha escogido para vosotros la religión, no muráis sin ser musulmanes!
¿Acaso fuisteis testigos cuando Jacob, estaba en presencia de la muerte y dijo a sus hijos: “¿Qué adoraréis después de mí?». Ellos dijeron: «Adoraremos a tu Dios y Dios de tus padres, Abraham, Ismael e Isaac. Un Dios Único, al Cual nos sometemos.»
Aquella fue una nación que pasó. Ellos obtendrán la recompensa de lo que hicieron y vosotros obtendréis la recompensa de lo que hayáis hecho y no seréis interrogados por lo que ellos hicieron.
Dicen: «¡Sed judíos o cristianos y estaréis bien guiados!» Di: «¡Seguiremos la creencia de Abraham que era hanif y no era de los idólatras!»